Villarrobledo ha sido un municipio, en lo político y lo electoral, polarizado en dos sectores perfectamente definidos. La izquierda y la derecha, con más o menos matices internos, siempre se han medido cara a cara, lo que en los últimos 20 años ha permitido a los socialistas gobernar este ayuntamiento.
Pero para el próximo 22 de mayo las candidaturas son cuatro, y tres de ellas pueden englobarse en el ámbito de la izquierda.
Por el PSOE se presenta a la reelección Pedro Antonio Ruiz Santos, quien además de esta alcaldía ocupa la presidencia de la Diputación Provincial.
El PP apuesta por un nuevo candidato, tras la dimisión de su anterior secretario local, Tomás Cabañero, a finales de 2009, en plena polémica por su gestión al frente de la cooperativa Vinícola de Villarrobledo. El candidato para el 22-M es Valentín Bueno, con un perfil personal muy distinto al de su antecesor.
Izquierda Unida vuelve a presentarse (no lo hizo en 2003 ni en 2007), con Noelia Vera al frente de la candidatura.
Pero la mayor novedad es la presentación de una candidatura independiente, Civi (Ciudadanos por Villarrobledo), encabezada por José Antonio Cabañero, un político que fue teniente de alcalde en el equipo socialista de 2003, con Pedro Antonio Ruiz, y que posteriormente ocupó otros cargos de gestión pública de ámbito comarcal y provincial.
Laberinto
Pero para el próximo 22 de mayo las candidaturas son cuatro, y tres de ellas pueden englobarse en el ámbito de la izquierda.
Por el PSOE se presenta a la reelección Pedro Antonio Ruiz Santos, quien además de esta alcaldía ocupa la presidencia de la Diputación Provincial.
El PP apuesta por un nuevo candidato, tras la dimisión de su anterior secretario local, Tomás Cabañero, a finales de 2009, en plena polémica por su gestión al frente de la cooperativa Vinícola de Villarrobledo. El candidato para el 22-M es Valentín Bueno, con un perfil personal muy distinto al de su antecesor.
Izquierda Unida vuelve a presentarse (no lo hizo en 2003 ni en 2007), con Noelia Vera al frente de la candidatura.
Pero la mayor novedad es la presentación de una candidatura independiente, Civi (Ciudadanos por Villarrobledo), encabezada por José Antonio Cabañero, un político que fue teniente de alcalde en el equipo socialista de 2003, con Pedro Antonio Ruiz, y que posteriormente ocupó otros cargos de gestión pública de ámbito comarcal y provincial.
Laberinto
Villarrobledo ya había vivido la división en la derecha, cuando, en 2003, la Agrupación Independiente encabezada por el exalcalde popular Bernardo Cabañero consiguió 4 votos, y dejó al PP con sólo 5.
Ahora la situación se presenta al Partido Socialista, y los resultados son imprevisibles. En un intento de evitar suspicacias, José Antonio Cabañero ha certificado ante un notario que no pactará con ningún otro grupo, sea cual sea el resultado del 22-M.
Con la derecha unida de nuevo -aunque 'convaleciente' de la dimisión de Tomás Cabañero-, si los resultados electorales dan algunos concejales a Civi; y más aún, si IU consigue algún puesto, la situación del PSOE puede quedar muy comprometida, y será difícil que pueda seguir gobernando en solitario.
Ese nuevo mapa electoral abre, en cambio, más posibilidades para los populares; además de un eventual triunfo con mayoría, no es descartable que si al menos consigue ser la lista más votada, pueda conseguir gobernar en minoría.
Históricamente, en democracia el PSOE ha gobernado este ayuntamiento con tres alcaldes: Miguel Escudero los dos primeros mandatos, de 1979 y 1983; Francisco Segovia (elegido en 1991, 1995 y 1999) y Pedro Antonio Ruiz, que primero llegó al puesto por la dimisión de Segovia, en abril de 2001, y luego fue elegido en 2003 y 2007.
El PP gobernó esta corporación local con mayoría absoluta en 1987, con Bernardo Cabañero de alcalde.
Polémicas
Ahora la situación se presenta al Partido Socialista, y los resultados son imprevisibles. En un intento de evitar suspicacias, José Antonio Cabañero ha certificado ante un notario que no pactará con ningún otro grupo, sea cual sea el resultado del 22-M.
Con la derecha unida de nuevo -aunque 'convaleciente' de la dimisión de Tomás Cabañero-, si los resultados electorales dan algunos concejales a Civi; y más aún, si IU consigue algún puesto, la situación del PSOE puede quedar muy comprometida, y será difícil que pueda seguir gobernando en solitario.
Ese nuevo mapa electoral abre, en cambio, más posibilidades para los populares; además de un eventual triunfo con mayoría, no es descartable que si al menos consigue ser la lista más votada, pueda conseguir gobernar en minoría.
Históricamente, en democracia el PSOE ha gobernado este ayuntamiento con tres alcaldes: Miguel Escudero los dos primeros mandatos, de 1979 y 1983; Francisco Segovia (elegido en 1991, 1995 y 1999) y Pedro Antonio Ruiz, que primero llegó al puesto por la dimisión de Segovia, en abril de 2001, y luego fue elegido en 2003 y 2007.
El PP gobernó esta corporación local con mayoría absoluta en 1987, con Bernardo Cabañero de alcalde.
Polémicas
El último mandato ha estado marcado, entre otras polémicas, por algunos pleitos que enfrentaron a socialistas y populares en los tribunales (aún colean los últimos recursos); también por la reordenación del organismo autónomo de cultura, que levantó una enorme polvareda al conocerse algunas de las retribuciones aprobadas; y por la dimisión del expresidente de los populares, Tomás Cabañero.
Esos factores, y otros como divisiones internas del PSOE, o las acusaciones relacionadas con la adjudicación de obras de fondos estatales a dirigentes socialistas, han contribuido a crear un clima enrarecido en la política local prácticamente a lo largo de todo el mandato. Al fondo, el denominador común en toda la provincia: la crisis económica, que asfixia las finanzas municipales y repercute crudamente en el empleo. En abril de 2007 había 2.079 parados registrados en las oficinas del Sepecam de Villarrobledo; en abril de 2011 son 4.115, un aumento del 97,93% en estos cuatro años.
Lo que no ha parado es la intención de salir adelante, y se multiplican los intentos de avanzar aprovechando algunos de los sectores tradicionales (por ejemplo, buscando nuevas vías a la exportación de vinos a China) y otros innovadores como las energías limpias.
El PSOE defiende su gestión, enumera obras, proyectos e inversiones y anuncia su compromiso de continuar esa labor.
Quien consiga la alcaldía de Villarrobledo el próximo día 22 tendrá que enfrentarse, al margen de otras cuestiones menos acuciantes, a una situación financiera municipal muy apurada (el PP anuncia una auditoría, si gana), que limitará las posibilidades de gestión y marcará las posibilidades reales de llevar a cabo los compromisos de los programas.
Esos factores, y otros como divisiones internas del PSOE, o las acusaciones relacionadas con la adjudicación de obras de fondos estatales a dirigentes socialistas, han contribuido a crear un clima enrarecido en la política local prácticamente a lo largo de todo el mandato. Al fondo, el denominador común en toda la provincia: la crisis económica, que asfixia las finanzas municipales y repercute crudamente en el empleo. En abril de 2007 había 2.079 parados registrados en las oficinas del Sepecam de Villarrobledo; en abril de 2011 son 4.115, un aumento del 97,93% en estos cuatro años.
Lo que no ha parado es la intención de salir adelante, y se multiplican los intentos de avanzar aprovechando algunos de los sectores tradicionales (por ejemplo, buscando nuevas vías a la exportación de vinos a China) y otros innovadores como las energías limpias.
El PSOE defiende su gestión, enumera obras, proyectos e inversiones y anuncia su compromiso de continuar esa labor.
Quien consiga la alcaldía de Villarrobledo el próximo día 22 tendrá que enfrentarse, al margen de otras cuestiones menos acuciantes, a una situación financiera municipal muy apurada (el PP anuncia una auditoría, si gana), que limitará las posibilidades de gestión y marcará las posibilidades reales de llevar a cabo los compromisos de los programas.
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